miércoles, 3 de diciembre de 2008

Deseo.

Estaba caminando,
pisando las huellas de lo correcto.

Tan segura de hacerlo bién,
hasta pegué un salto,
de alegría por supuesto,
por estar palpando esa conducta tan atrevida.

Los dibujos de las nubes me decían que sí,
que muy bién hecho lo de la siesta en ese arbol,
que estubo bien el paseo por ahí.

El aire sonreía,
y yo con el porfín,
por aquellos tiempos...
cuando no podía ver más allá de mi naríz.

Y gritaba,
y cantaba lágrimas con una sonrisa constante en la cara.

Y sentí,

y abrazé,

y encontré,

y consegí,

y arañé,

y hablé,

y troté,

y volé.



Segundos más tarde,

desperté.




8Ï8

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